El Santo Grial es uno de los objetos más misteriosos y fascinantes de la historia y de la leyenda. Se trata de la copa o el plato que se utilizó en la Última Cena de Jesucristo, y que según algunas tradiciones, también recogió su sangre en la cruz. El Santo Grial ha sido objeto de búsqueda, veneración y controversia a lo largo de los siglos, y ha inspirado numerosas obras de arte, literatura y cine. Santo Grial de Valencia ¿Qué es el Santo Grial? El Santo Grial es un término que proviene del francés antiguo “san graal” o “san greal” , que significa “santo plato” o “santo vaso” . El origen de este término se remonta al siglo XII, cuando aparecieron los primeros relatos literarios que mencionaban el Santo Grial como un objeto sagrado y maravilloso, relacionado con la vida y la muerte de Jesucristo. Sin embargo, el concepto del Santo Grial es mucho más antiguo y complejo, y se ha ido enriqueciendo y transformando con el paso del tiempo y con la influencia de diversas culturas y tr
Ya en Grecia y Roma se pueden ver representaciones
de las tres Gracias en diversos frescos que aún se conservan.
Estas diosas, hijas de Júpiter,
encarnan, generalmente, el concepto de belleza, amor y fidelidad, pero también
la diversión y la sabiduría.
de van Loo
|
La mitología
La representación de “las tres Gracias”
se remonta ya a la Antigua Grecia y Roma ((por ejemplo en los frescos de Pompeya,
Museo Arqueológico de Nápoles, siglo I a. C.),
tanto en versión literaria como en las artes plásticas.
La tradición mitológica cuenta que
estas tres diosas, que recibieron el nombre de Hágale, Eufrosina y Talía, eran
hijas de Júpiter y de Eurymone.
de Alberto Durero |
Tampoco se puede afirmar cuál era la cualidad exacta de cada una de ellas,
pero sí se sabe que además de ser diosas, cada una contaba con una
característica especial como por ejemplo la jovialidad, el buen gusto o el
esplendor, entre otras.
de Fragonard |
de van Aalest |
En las
representaciones plásticas se las muestra jóvenes y bellas, bailando y
divirtiéndose, unas veces vestidas con túnicas, pero en la mayor parte de los
lienzos, completamente desnudas.
de Tintoretto |
Aunque la representación más
famosa de las tres Gracias es la de Rubens, muchos grandes pintores, antes y
después de él, han plasmado a las tres diosas en sus lienzos: Durero, Jacques Blanchard, Pietro
Liberi, Boucher, Johann Zoffany, George Frederick Watts, William Blake,
Jacques-Louis David, Pradier, Carpeau, Burne Jones, Cèzanne, Renoir, Picasso o
Dalí, por citar algunos.. He aquí algunos
ejemplos.
El pintor renacentista italiano Sandro Botticelli no representó a las tres Gracias de forma individual, sino en el contexto de su obra titulada La primavera (1480-81) donde se representa a Venus adornada con flores acompañada por las jóvenes diosas anunciando la llegada de la primavera.
La obra rompe con la pintura religiosa cristiana al ilustrar el rito pagano de primavera, y opta para ello por un formato monumental, con figuras de tamaño natural, y lo compagina con una gran atención al detalle 8como en los broches de las Gracias).
Como fuente iconográfica para la representación de las tres Gracias, Botticelli parece recurrir a la Puerta del Paraíso realizada por Ghiberti en el Baptisterio de Florencia, en particular el grupo de siervas en el relieve de Esaú y Jacob.
Las figuras del lienzo destacan contra el fondo por la claridad de su piel y sus ropajes, de colores claros e incluso transparentes. Esta palidez en los colores muestra la anatomía del desnudo, que da más volumen a la representación.
Hoy se puede contemplar en la Galería Uffizi de Florencia (Italia).
“Las
tres Gracias” de Rafael
de Rafael
|
Se cree que el cuadro de Las tres gracias de
Rafael fue pintado en 1504, durante
su estancia en Florencia, por encargo de Scipione di Tomaso Borghese, aunque
también se baraja la posibilidad de que el cliente fuese Francesco Maria della
Rovere.
Está
pintado sobre tabla y apenas mide 17 centímetros de altura y formaba pareja con
El sueño del caballero (National Gallery de Londres).
de Picasso |
Para su
realización, Rafael se inspiró en el grupo escultórico de las Tres Gracias de
Siena, pero las dotó de un sentimiento de castidad. Las figuras forman un
conjunto que se destacan sobre el fondo de un paisaje accidentado. Las tres
doncellas representan el prototipo de belleza de la escuela clásica italiana.
Peter Paul Rubens sitúa a sus “Tres Gracias” (1630-35) en un escenario donde aparece Cupido sujetando una cornucopia de la que sale agua y una guirnalda de flores, que actúa como telón. Al fondo hay un paisaje con ciervos, pero las figuras de las jóvenes centra todo el primer plano sin elemento que distraiga de su contemplación.
En esta obra, la pincelada es suelta, trabajando los detalles a través del color. La piel de las diosas se contrae y se hunde al contacto de unas con otras, demostrando además un alto grado de conocimiento d el cuerpo femenino. La luz incide en los cuerpos desnudos para resaltarlos.
Rubens, conocedor de los diferentes significados de las tres diosas, pinta este tema en al menos doce ocasiones, enmarcados en diferentes contextos.
de Dalí |
de Lucas Cranach el Viejo |
Hoy se exhibe en el Museo del Prado.
“las
tres Gracias” de van Loo
Las
tres Gracias (1763) del pintor francés
del barroco Louis-Michel van Loo son representadas, una vez más, prácticamente desnudas. Están
cogidas de la mano en un semicírculo y protegidas con una gran tela a modo de
cubierta colgada del árbol que las cobija. Dos miran en una dirección, mientras
la otra dirige la suya en dirección opuesta a las primeras.
Son la
encarnación del canon de belleza aceptado en la época, además de una excelente
excusa para mostrar unos desnudos femeninos en una sociedad poco tolerante al
respecto.
En la
actualidad la obra se encuentra en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles
(Estados Unidos).
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